Pensamientos II

Cervantes, entre otros grandes padres de la literatura, nos regaló un personaje increíble para la literatura de ficción, el mentor. Sin embargo, pensando en los entresijos, no tan recónditos, de la fantasía. Veo en ella una imposibilidad intrínseca de separarla por completo de la realidad y viceversa. Sancho no solo ayudó a Don Quijote, de la misma forma que Robin a Batman o un largo etcétera que pasaría por el burrito de Srcheek. No son meros mentores, esa palabra no es simple. Su papel es primordial para que el protagonista sea eso mismo. Son el cerebro y bastón de los que se llevan la fama. Y esto mismo es por lo que decía que la realidad es ficción y viceversa. Este personaje segundón, que no secundario, aparece en la historia de todas las vidas como un hecho tangible. A menudo, los asistidos no serían nada sin los asistentes. Esto se puede aplicar a todos los aspectos de una sociedad, se estire de un lado u otro. La conexión es tan fuerte que no se aprecia de manera ajena. Aunque si nos fijamos bien en nuestro alrededor, observaremos que el aplauso es para uno, pero el mérito es de dos… O tres… A lo sumo infinito. Aplicable a todas las edades, desde las infantiles hasta las inmortales. ¿Piensas que el mérito es siempre colectivo y que la cabeza visible del éxito es solo una punta de iceberg? Sí. También creo que los calladitos no son los que están más guapos, sino los que aportan los elementos importantes. El otro día descubrí una cita de Alan Turing que me fascinó "A veces la persona que nadie imagina capaz de nada es la que hace cosas que nadie imagina". Hoy no me has interrumpido tú, ha sido el olor del café. Lo único que echo de menos de haber dejado el azúcar son las citas que vienen en los sobrecitos del bar. De todas maneras, me alegro. La creatividad está muy lejos del azúcar industrial y los cigarrillos, por mucho que esa sea la imagen tópica de un creador... Sabía que para que aprecien la originalidad, basta con copiar.